sábado, 4 de diciembre de 2010

Nacido de una Virgen



Coreografía divina: Dios escribió el guión, dirigió la obra y fue el actor principal. Él desea nuestra participación y nos permite improvisar, con el conocimiento completo de que el plan redentor ocurrirá.

Un sacrificio justo, para cancelar el precio por el pecado del hombre, requería un hombre perfecto. Dios era el único capaz de cumplir el papel y su entrada al escenario fue a través de una virgen.

Dios vino como Jesús. Nacido de María, una virgen, él vivió en la tierra como hombre, murió y fue resucitado. Dios estuvo con nosotros en este acto divino.

“Emanuel, mora en mí. Yo seré parte de tu obra para que el mundo vea, conozca y experimente tu amor en el cielo y en la tierra.”

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