Dios Generoso

En la medida en que da va a recibir. Dijo Pablo, «El que da poco, recibe poco; el que da mucho, recibe mucho». Si cambiáramos la perspectiva a una que "...olvide lo que da y recuerda lo que recibe" nos abriríamos para dar generosamente a los demás. Dar es el termómetro del amor. Si hay amor en el corazón, la generosidad se manifiesta con más frecuencia... y no solo dando monedas sino amistades, tiempo, amor y perdón.

Dios es nuestro mejor ejemplo. El amó tanto..., que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él... tenga vida eterna. Dio lo mejor para que nosotros podamos desfrutar una vida llena de amor y la eternidad con El.

Reciba de la generosidad de Dios y sea generoso con los demás.

La Matemática de Dios

Séneca dijo: El que hace bien a otro se hace bien a si mismo.

 

La generosidad no es solo con dar bienes. Debemos dar amor, misericordia, tiempo y más. ¿Ha notado que los días en que anda molesto, parece que todo el mundo anda molesto también? No repartimos solo dinero y bienes, sino actitudes y acciones. Nos damos cuenta, de que si somos alegres la gente nos tratará con alegría. Si demostramos amor, nos tratarán con amor.

 

La matemática de Dios es: amor, gozo y paz, se multiplican cuando los divide con otros. Comparta con otros y verá una diferencia en su vida. Todo el mundo cambiará porque ha sido generoso. Es cierto, el que hace bien a otro se hace bien a si mismo.

La Generosidad

Una de las mejores maneras de desfrutar lo que tiene es dar a otros. Es mejor dar que recibir. Por que el que da, recibe.

Cuando uno da con corazón dispuesto y alegre recibe gozo por haber apoyado a otro y él que da, como el que siembra sus semillas para una buena cosecha, está preparándose para la provisión de su futuro. Es como el ciclo natural del agua. El agua cae como lluvia, riega las plantas, pasa a los ríos, evapora y regresa al cielo para caer de nuevo como lluvia.

 

El ciclo de bendición de Dios es parecido. Dios nos da, nosotros compartimos con otros, ellos dan gracias a Dios y Dios nos da de nuevo.

 

Guillermo Walsh dijo: "La acción generosa es su propia recompensa." ¡Pruébalo!