sábado, 4 de octubre de 2008

Esperanza

Crisis económicas, elecciones políticas, guerras mundiales, enfermedades y muertes; todos provocan pensamientos profundos y preocupantes. Por esta razón debemos tener una fuente de esperanza y una roca donde poner el ancla de la fe.

Jesús dijo que tendremos tribulaciones y dificultades, entonces no se sorprenda cuando hay problemas y pruebas. Pero también nos dio esperanza en su promesa cuando proclamó. “Soy la verdad, mis palabras son verdaderas y el Espíritu Santo estará siempre con ustedes.

Jeremías nos dice que los planes de Dios para nuestro futuro son mejores de lo que podemos soñar, siempre mientras Cristo, la Esperanza de Gloria, esté en nosotros. La fe que tenemos en Él y sus palabras dará sustancia a la esperanza que nos ofrece.

Medite en la siguiente confesión basada en Romanos 15:13 y reciba Su esperanza por un día bendecida y una mañana mejor.

El Dios de esperanza me llena de todo gozo y paz para que abunde en mi esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Paz, bendiciones y mucha esperanza en Cristo Jesús.