viernes, 17 de diciembre de 2010

Envío mi Mensajero



Juan el Bautista fue el mensajero que preparó el camino para la primera venida de Jesús, el Mesías. Él anunció la necesidad de tener corazones cambiados y el perdón de los pecados. Cuando Jesús vino, la gente estaba lista, ya lo esperaban.

En el día de hoy, nosotros somos los mensajeros que preparamos el camino para la venida de Jesús; su venida a los corazones de la gente y su segunda venida a la tierra. Debemos proclamar el perdón de pecados para el corazón arrepentido que cree en Jesús y acepta su amor. Si nosotros no compartimos las buenas nuevas, ¿cómo podrá el mundo conocer a Cristo y a quién estarán esperando?

“Jesús, quiero que mi corazón este preparado y quiero contarle a otros de tu amor.”

jueves, 16 de diciembre de 2010

El Alfa y Omega



Alfa - el principio…

Antes de la existencia del tiempo… Cristo era Dios. La fidelidad de Dios a través de Cristo Jesús empezó desde antes del comienzo de los tiempos y dura hasta después del final de la eternidad. Él es siempre presente, Dios inmutable, siempre fiel, siempre verdadero. “Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y para siempre.” Hebreos 13:8 

“El Señor es bueno, él es un refugio en los tiempos difíciles. Él cuida de los que confían en él.” Aún en la situación más difícil, Dios está con nosotros. Él estuvo allí en el comienzo y estará allí cuando todo llegue a su fin. Él siempre está presente y siempre seguirá siendo el mismo Dios inmutable de amor.

Omega - el fin.

“Alfa y Omega, gracias por siempre estar conmigo, inmutable, siempre bueno, fiel y verdadero.”

miércoles, 15 de diciembre de 2010

El Está Construyendo Su Templo


Dios prefiere las relaciones personales antes que los edificios magníficos; no es que tenga algo en contra de los edificios bellos. Él está construyendo un tabernáculo con las personas que le adoran en espíritu y en verdad; nosotros somos las piedras vivientes que él está usando.

El Rey-Sacerdote nos toma a nosotros, sus piedras vivientes, nos agrupa en sus formaletas, clavadas con clavos de amor y nos pega con el cemento, que es el compañerismo de los santos. Cuando nos unimos a otros para adorarlo, el Rey se sienta en el trono que levantamos con nuestra adoración. Exaltémoslo en secreto y en público con la comunidad; este es nuestro sacrifico espiritual, perfecto y agradable ante el Señor.

“Señor Jesús, habita en las canciones de mi corazón. Establece tu trono en mi corazón. Úneme a los otros y constrúyete una habitación espiritual.”

martes, 14 de diciembre de 2010

Rey de Paz



Jesús entró a Jerusalén como el Rey de Paz, montado en un asno no un caballo como lo haría un rey guerrero. Él sabía que pronto entraría al conflicto más sangriento y difícil de su vida, pero también sabía que al tercer día resucitaría de entre los muertos, totalmente victorioso.

En el tiempo entre su muerte y su resurrección, él “cortó la carroza, el caballo de guerra y el arco de batalla.” Él derrotó a Satanás en su propio territorio y cuando se volvió a levantar él vino “declarando la paz y reinando hasta los confines de la tierra.”

“Rey de Paz, reina en mí. Como embajador de Cristo, proclamaré su victoria sobre Satanás y su venida como Rey de reyes y Señor de señores, la cual pronto vendrá.”

lunes, 13 de diciembre de 2010

El Retoño de Isai, la Rama de Justicia


Nota la gente que encontramos en los ancestros de Jesús: Rahab la prostituta y Rut la Moabita; Dios no fue influenciado por sus pecados o su raza. David fue escogido para ser de la línea de sangre del Mesías, él fue un adúltero y asesino, por lo tanto no era un hombre muy digno de ser elegido.

Pero, ¿qué tienen estos tres en común, además de sus defectos? Ellos tenían fe, estaban arrepentidos y poseían corazones obedientes. Ellos se convirtieron en las raíces y en el tronco de donde creció el Retoño de Isai. Jesús, el Señor y nuestra justicia, vino de una familia de pecadores. Esto me alienta, porque ninguno de nosotros somos perfectos y Dios todavía nos quiere usar a pesar de eso. Esto se llama gracia!

“Jesús, se el Rey sabio y comprensivo de mi corazón. Crece ahí y llega a ser la Rama de Justicia de mi vida.”

domingo, 12 de diciembre de 2010

El Espíritu de Dios está Sobre Mi



El Espíritu de Dios fue enviado con un propósito. Jesús no fue a ministrar públicamente hasta que el Espíritu descendió sobre él; su último mandato a sus discípulos fue que esperasen el poder del Espíritu. Años después, Pablo anima a ser llenado constantemente del Espíritu. El “aceite de Dios”, a como es llamado Espíritu de Dios, es de suma importancia para un ministerio efectivo.

El propósito del Espíritu es claro: él trae buenas noticias, da fuerza a los débiles, libera a los cautivos, abre los ojos de los ciegos, alienta al arrepentido, da gozo al que está triste y consuela al que llora. El Espíritu nos siembra como robles sólidos en su justicia.

“Espíritu de Dios, ven sobre mí mientras comparto las buenas nuevas y traigo esperanza y sanidad a los heridos y desalentados. Fortaléceme en tu justicia mientras vivo para traerte gloria.”

sábado, 11 de diciembre de 2010

El Cordero de Dios


Es, en el Siervo Sufriente, que hayamos la expresión más extrema del amor de Dios. Este Siervo, es el Cordero de Dios que fue matado para limpiar el pecado de este mundo. El Padre Dios no manipuló a Jesús para que se sometiera a su plan, tampoco fueron los soldados los que lo arrastraron a su muerte. Él decidió morir. Fue de su propia voluntad que él fue al juicio y a la cruz y todo esto lo hizo calladamente, como un cordero ante sus trasquiladores.

En vez de aplastar a los magullados o desanimar a los deprimidos, él tomó sus heridas y transgresiones sobre sí mismo. Él sufrió el castigo por sus pecados y las heridas para que ellos fueran sanos. Jesús: el cordero de sacrifico que fue totalmente suficiente.

“Cordero de Dios, perdóname, sáname y anímame. Tu eres el único sacrifico adecuado. Gracias por perdonarme y limpiarme de mis pecados.”

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Una Luz para las Naciones


Jesús es la luz para las naciones y la luz para los gentiles. El plan de Dios es redimir a la humanidad y bendecir al mundo, no a unos pocos elegidos de una sola nación o élite religiosa. Pablo nos recuerda que el deseo de Dios es que todos sean salvos y conozcan la verdad.

Jesús es la luz. Él es el camino, la verdad y la vida; revelado al mundo para que todos los que creen en él puedan ser hijos de Dios. La luz nos guía hacia el camino correcto; nos apoya a ver la belleza y la verdad. ¡Permite que la luz de Jesús brille sobre y a través de ti!

“Luz del Mundo, brilla sobre mí; revela tu esplendor. Ayúdame a reflejar tu gloria e iluminar a los que tengo a mi alrededor.”

El Rey Siervo



El título “servidor público” es común, pero el concepto de ser líder y siervo a la vez, no lo es. El siervo de Isaías, es ungido por el Espíritu y trae justicia, pero su justicia no golpeará, ni herirá, ni quebrantará a nadie. El Rey Siervo, igual que el Buen Pastor, protegerá a los débiles y a los que dependen de él y tomándolos en Sus brazos los llevará y los protegerá.

Jesús vino para servir. Él se hizo hombre y murió una muerte injusta. Él dio su vida, para que nosotros pudiéramos vivir. En vez de buscar un reino político con riquezas y poder, él se humilló y se volvió siervo. Su reino se estableció a través del servicio.

“Rey Jesús, úngeme con el espíritu de servicio. Ayúdame a no promoverme a mí mismo, sino a amar, cuidar y bendecir a otros.”