jueves, 13 de septiembre de 2007

Luz del Mundo

La palabra de Dios es lámpara a mis pies y luz en mi camino. De igual manera nosotros somos la luz y deberíamos iluminar los caminos en este mundo, dando respuestas a las situaciones que estamos viviendo. Con la sabiduría de Dios podemos discernir las acciones apropiadas para llegar a la solución adecuada.

La luz es para iluminar, no para esconder. Al esconder nuestra luz, la apagamos y en vez de apoyar a los demás a encontrar la verdad de Dios, nos quedamos nosotros mismos en oscuridad. Para impactar nuestro mundo debemos vivir rectamente en medio de el, proclamando como el alfarero los peligros y guiando al camino correcto.
Seamos sal. Seamos luz. Impactemos al mundo en que vivimos.

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