El pastor dedicado lleva a los corderos y guía a sus ovejas tiernamente. Él alimenta y protege a su rebaño. Él corre la maldad de los campos, para que las ovejas puedan dormir en paz.
El Señor es mi pastor; no me hace falta nada. Él provee campos de pasto verde y fresco. Él halla aguas de reposo. Él provee un ambiente tranquilo donde las ovejas puedan descansar. Cuando el rebaño es atacado, el Buen Pastor protege a las ovejas del peligro. Él da su vida por sus ovejas. Jesús es el Buen Pastor.
“Buen Pastor, me pongo bajo tu cuidado. Guíame, aliméntame y protégeme. Tú eres mi Pastor. Quiero escuchar, conocer y obedecer tu voz.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario