miércoles, 19 de septiembre de 2007

Libre del Pecado y Persiguido por Vida

Vida abundante es ser libre del pecado y vivir en armonía con Dios y el prójimo. ¿Cómo podemos entonces vivir la vida abundante en esta tierra de tantos problemas y dificultades?

Debemos poner toda nuestra fe en Dios. Confiamos en El, no en lo que hacemos nosotros. Hay que poner prioridad en nuestras vidas. Dios ante todo. Debemos librarnos de la avaricia. Nuestra meta primordial es gozar una buena relación con Dios Padre. Necesitamos ser fieles mayordomos con las bendiciones que ahora disfrutamos. Usando sabiamente las bendiciones se multiplican y Dios recibe la gloria.

Cuando vivimos rectamente y buscamos primero a Jesús, nos persiguen las bendiciones de Dios y la vida abundante.

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