sábado, 31 de mayo de 2008

Legados de Jesús

La Real Academia Española define la palabra legado en la siguiente manera:

Del latín Legātus [diputado, embajador, enviado / comandante de un legión].
1. Persona que una suprema potestad… envía a otra para tratar un negocio.
6. Cada uno de los ciudadanos romanos, por lo común del orden senatorio, enviados a las provincias recién conquistadas, para arreglar su gobierno.

Pablo en 2 Corintios habla de la este posición en que vivimos cuando él dice que somos “embajadores de Cristo” y otro versión dice “hemos sido enviados para hablar en el nombre de Cristo.” También podemos ver la misma idea en Efesios 6:20 cuando dice, “El Señor me envió a anunciar [su] plan... Pídanle a Dios que me dé el valor de anunciar sin ningún temor la buena noticia.” Claramente Pablo entendió el llamado de Dios como Su representante en la tierra.

Nosotros también hemos sido comisionados a ser los legados de Dios.

Jesús nos enseña creer que la voluntad de Dios se haga aquí en la tierra como se hace en el cielo. En Mateo y Marcos nos envió al mundo diciendo, “Vayan, hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán.”

El nos dio autoridad de hablar en el nombre de Cristo. Somos Sus legados aquí en la tierra. Nos ha enviado para establecer Su reino aquí en la tierra en nuestras vidas, hogares, barrios, ciudades, naciones y el mundo.

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